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domingo, 13 de mayo de 2007

Bioetica: Renace Debate por Embriones Congelados

Fecha: 2005-09-08
País: Chile
Medio: El Mercurio
Tema: Bioética
Autor: Cecilia Derpich Canessa
DISCUSIÓN / Defensa y crítica a procedimiento que se usa en fertilización asistida

Renace debate por embriones congelados

El procedimiento se practica desde hace 13 años en varios centros. La novedad es que la Clínica Las Condes anunció que extendió la técnica a embriones con mayor desarrollo. En Chile, ninguna norma regula la criopreservación.

Hace pocos días, la Clínica Las Condes hizo pública su decisión de incluir el congelamiento de embriones dentro de las técnicas de fertilización asistida que allí se practican.

La noticia abrió un fuerte debate. Organizaciones pro vida, médicos y personas comunes y corrientes que han expresado su preocupación por los alcances de este procedimiento, mientras otros han reivindicado su derecho a no ser estigmatizados por usar esta técnica para remediar la infertilidad.

La discusión ha alcanzado niveles tales que, para hoy en la mañana, se programó una reunión en la que participarán los directores de las Unidades de Reproducción de varios centros clínicos. La idea es delimitar la controversia de los médicos a través de los medios de comunicación.

Pese a los alcances de la polémica, el congelamiento de embriones (también llamado criopreservación), está lejos de ser una técnica nueva en Chile.Ya en 1993, el médico Ricardo Pommer realizó el primer congelamiento de embriones en la Clínica Las Nieves, buscando desarrollar una alternativa para las parejas que no pueden naturalmente tener hijos.

Desde esa fecha, cientos de parejas infértiles han aceptado el uso de esta técnica -que se realiza en varias clínicas privadas y desde 2000 en el Hospital San Borja-Arriarán- como parte de sus tratamientos de fecundación asistida, como el in vitro.

El objetivo principal de la crioconservación es evitar los embarazos múltiples por los riesgos que conlleva para la madre y los hijos en gestación, y por el impacto económico que viven las familias que aumentan de forma explosiva.La idea es fecundar un número determinado de óvulos, pero transferir al útero de la madre sólo alguno de ellos. El resto se almacena a 160 grados Celsius por si es necesario recurrir a ellos, ante un fracaso.

El procedimiento se puede realizar en dos etapas: en estado de pronúcleo (cuando aún no existe fusión del material genético del óvulo con el espermio) o bien en estado de embrión, es decir, cuando ya se produjo la unión del material genético que tendrá el nuevo individuo.

El costo de la fertilización asistida con criopreservación puede ir desde $2,5 a $4 millones. En el Hospital San Borja-Arriarán se hace con financiamiento estatal y con cobertura de Fonasa.

Cuestionamientos

Desde que en 1983 se congeló por primera vez un embrión, se han hecho múltiples cuestionamientos éticos.
Los mismos que hoy se replican en Chile. El primero de ellos es en contra del acto mismo de criopreservar.

Patricio Ventura-Juncá, médico y director del Centro de Bioética de la Universidad Católica, sostiene que al congelarse un embrión se está transgrediendo el derecho a desarrollarse que tiene ese nuevo ser.

"Me parece poco digno congelar a una persona indefensa y que no ha hecho nada malo", asegura.

Otros cuestionamientos surgen respecto del destino que espera a los óvulos fecundados que están congelados.

"Hay muchos embriones que quedan abandonados porque los padres no quieren tener más hijos, se separan o mueren. También hay un problema comercial porque se debe pagar arriendo, y muchas veces no hay cómo ubicar a los padres", explica Ventura-Juncá.Eugenio Suárez, de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, recuerda que algunos centros de reproducción asistida de EE.UU. han sido clausurados, ya que muchos de estos embriones congelados se han perdido o, incluso, han sido utilizados en mujeres sin autorización de los padres que los produjeron".

Los embriones terminan siendo destruidos o usados para la investigación científica, tras años de almacenaje. De hecho, en Inglaterra se dictó en 1996 una ley que permitió que se destruyeran más de 3 mil embriones criopreservados.En Chile, los establecimientos que reconocen criopreservar (clínicas Las Condes, Las Nieves y Hospital San Borja) piden a las parejas que se someten al procedimiento firmar una autorización en la que se comprometen a usar los embriones dentro de los próximos dos años, período que puede ser prorrogable.Mientras tanto, los embriones descansan en estanques de nitrógeno líquido. Por cada tubo que contiene uno, se debe pagar un "arriendo" cercano a los 8 mil pesos mensuales.
Si los padres deciden no transferirse los embriones o no se ponen de acuerdo respecto del futuro de ellos -por una separación conyugal, por ejemplo-, éstos serán donados, pero nunca destruidos.

El médico Ricardo Pommer realiza congelamientos de pronúcleos en la Clínica Las Nieves y en el Hospital San Borja-Arriarán. Asegura que en ninguno de los dos centros que dirige se han destruido o se destruirán pronúcleos o embriones congelados.Comenta, además, que en su experiencia clínica hasta 2004, de los pronúcleos preservados en frío, el 97% ya ha sido usado en sus padres biológicos y el 3% ha sido dado en adopción anónima a otras parejas.

En la Clínica Las Condes, los responsables de la criopreservación con embriones prefieren mantener silencio.

Legislación insuficiente

En Chile no hay una ley que regule la manipulación de embriones. Tres proyectos han sido enviados al Congreso: regulación de la fertilización asistida, clonación de los embriones humanos y protección de ellos. Ninguno se ha aprobado.

La regulación sobre congelamiento de embriones se presentó a principios de los noventa, pero finalmente se archivó en 2002.

Así, la criopreservación está hoy en manos de los comités de ética de los centros médicos donde se práctica. En la Clínica Las Nieves y en el Hospital San Borja Arriarán, por ejemplo, sólo se permite congelar pronúcleos. En la Clínica Las Condes, en cambio, el comité de ética autorizó la criopreservación de embriones, la que antes se practicaba sólo con pronúcleos.Enrique Oyarzún, presidente de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, subraya la necesidad de legislar.

"Es imprescindible la opinión de las autoridades y la creación de leyes. No dudo de las buenas intenciones de los médicos que están dedicados a la criopreservación de embriones; sin embargo, creo que no se plantearon en ningún minuto la más mínima duda de si aquí había un problema de respeto con la vida del embrión, o si había necesidad de determinar lo que ocurriría en el futuro con ese embrión congelado", puntualiza.

Persona, ¿cuándo?

Para los especialistas, el congelamiento de embriones trae aparejada una discusión más de fondo, enmarcada en los límites de la ética y la filosofía.

Al igual que en las polémicas que han nacido a partir de la píldora del día después, la clonación, o el aborto, la controversia está en que todavía no se logra aunar criterios respecto de cuándo comienza la vida.

Hoy existen varias posiciones. El mundo cristiano en general plantea que la vida comienza en el momento de la fecundación; es decir, la unión del óvulo y el espermatozoide y, por lo tanto, el embrión es un nuevo individuo, único, aunque no desarrollado.

Otra postura indica que la vida comienza en el momento de la fusión de los materiales genéticos del óvulo y el espermio, por lo que un pronúcleo (etapa previa a la fusión) no sería un nuevo individuo y no habría problemas en experimentar con ellos o botarlos.

Por último, hay quienes piensan que la vida comienza en el momento de la implantación del embrión en el útero (día 7) o incluso con la aparición del cerco neural que produce el sistema nervioso (día 14). Para ellos, entonces, se amplía el espacio donde no hay objeciones éticas para manipular los embriones.

Como explica la abogada y experta en derecho civil de la UC Carmen Domínguez, "la respuesta unánime de nuestro derecho ha sido siempre que la vida parte desde la concepción. Así se expone en nuestra Constitución, en el Código Civil y en otros preceptos legales que Chile ha firmado, como el Pacto de San José de Costa Rica", asegura.

Aún así, no hay una norma específica que se refiera a los embriones. Algunos quieren que permanezca así, interpretándolo como libertad, y otros prefieren regularlo directamente.

http://www.jesus.cl/iglesia/paso_iglesia/recortes/recorte.php?id=4138

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